Osteocondrosis cervical: síntomas y tratamiento.

La osteocondrosis cervical es una enfermedad degenerativa-distrófica que afecta los discos intervertebrales de la columna cervical. Los cambios degenerativos generalmente se desarrollan en las partes más móviles de la columna, por lo tanto, en la región cervical, debido a violaciones en la estructura de las vértebras, las raíces nerviosas a nivel de C5, C6 y C7 sufren con mayor frecuencia.

Síntomas de la osteocondrosis cervical.

dolor de cabeza con osteocondrosis cervical

Uno de los síntomas de la osteocondrosis cervical es un dolor de cabeza opresivo y compresivo, que a menudo se irradia a las sienes.

Las manifestaciones clínicas de la osteocondrosis cervical se subdividen en reflejas y radiculares.

Síntomas reflejos

Los pacientes están preocupados por el llamado lumbago, un dolor agudo y agudo que se produce en la columna cervical, agravado por el movimiento. Quizás la apariencia de un crujido al girar la cabeza, a veces los pacientes adoptan una posición forzada de la cabeza debido al dolor intenso.

Las personas que padecen osteocondrosis cervical a menudo se quejan de dolores de cabeza opresivos o constrictores, que pueden irradiarse a las sienes y los globos oculares. A veces, la agudeza visual puede disminuir, los pacientes dicen que todo flota ante sus ojos.

Cuando se irrita el plexo nervioso de la arteria vertebral, puede ocurrir el síndrome de la arteria vertebral, que a menudo se diagnostica erróneamente como una violación de la circulación cerebral, en la que el paciente desarrolla mareos. Pueden ocurrir con un movimiento brusco de la cabeza, acompañado de náuseas y vómitos.

Uno de los síndromes reflejos en la clínica de la osteocondrosis cervical es el cardialgico, en el que el paciente tiene sensaciones que se asemejan a un ataque de angina de pecho. Por lo general, este fenómeno se combina con otros signos de la enfermedad, por lo que rara vez causa dificultades en el diagnóstico diferencial con la enfermedad cardíaca.

Síndromes radiculares

Los síndromes radiculares son el resultado de la compresión de la raíz espinal. Los trastornos motores y sensoriales que aparecen en este caso dependen de qué raíz nerviosa se vea afectada:

  • C1 - violación de la sensibilidad en la región occipital;
  • C2 - dolor en las regiones occipital y parietal;
  • C3: disminución de la sensibilidad y dolor en la mitad del cuello donde se infringió el nervio espinal, posiblemente una violación de la sensibilidad de la lengua, alteración del habla debido a la pérdida de control sobre la lengua;
  • C4: alteración de la sensibilidad y dolor en la región escapular del hombro, disminución del tono de los músculos de la cabeza y el cuello, posibles alteraciones respiratorias, dolor en el hígado y el corazón;
  • C5: dolor y alteración de la sensibilidad en la superficie externa del hombro;
  • C6 - dolor que se extiende desde el cuello hasta la escápula, el antebrazo, la superficie externa del hombro, la superficie radial del antebrazo hasta el pulgar;
  • C7: dolor que se extiende desde el cuello hasta la escápula, la parte posterior del hombro, el antebrazo hasta los dedos II-IV de la mano, sensibilidad alterada en esta área.
  • C8: el dolor y la discapacidad sensorial se extienden desde el cuello hasta el hombro, el antebrazo hasta el dedo meñique.

Tratamiento de la osteocondrosis cervical.

La osteocondrosis cervical es una enfermedad compleja que requiere un tratamiento a largo plazo, sistemático y gradual. La terapia tiene como objetivo eliminar el dolor y combatir el proceso inflamatorio en la zona afectada.

A los pacientes se les recetan analgésicos. Recientemente, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, que eliminan eficazmente el síndrome de dolor y ayudan a reducir la actividad del proceso inflamatorio, se han vuelto cada vez más populares en el tratamiento de enfermedades degenerativas-distróficas de la columna.

En el tratamiento de la osteocondrosis cervical, está indicado el nombramiento de condroprotectores, medicamentos que ralentizan la destrucción del tejido del cartílago. Muchos médicos creen que el uso de estos medicamentos también promueve la regeneración del tejido cartilaginoso.

El uso de ungüentos y geles externos que contengan irritantes o antiinflamatorios no esteroides es ineficaz. Es poco probable que el fármaco que forma parte de su composición llegue al área afectada debido a la barrera de la piel, el tejido subcutáneo y los músculos. Sin embargo, tiene sentido utilizar estos agentes externos, ya que cuando se frotan en la piel se realiza un masaje en el cuello.

Para mejorar los procesos regenerativos y metabólicos en la raíz nerviosa afectada, a los pacientes se les recetan vitaminas del grupo B. Muy a menudo, los médicos recomiendan a los pacientes una preparación vitamínica combinada, que se administra por vía intramuscular.

Los métodos no farmacológicos para tratar la osteocondrosis cervical incluyen acupuntura, hirudoterapia, fisioterapia, terapia con ejercicios, masajes y terapia manual.

En casos graves, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.

Profilaxis

gimnasia para el cuello con osteocondrosis

La gimnasia diaria para la columna cervical es una buena prevención de la osteocondrosis.

La prevención del desarrollo de la osteocondrosis cervical no es difícil. Se recomienda llevar un estilo de vida activo, hacer deporte o al menos hacer ejercicios matutinos.

La correcta organización del lugar de trabajo y el modo de trabajo y descanso desempeña un papel importante en la prevención de la enfermedad. Las personas con trabajo sedentario necesitan hacer un poco de calentamiento varias veces durante la jornada laboral y durante el trabajo controlar la postura y la posición de la cabeza.

También es importante elegir un colchón y una almohada buenos y cómodos para dormir. Se aconseja a las personas con enfermedades de la columna que utilicen productos ortopédicos especiales.

A que medico contactar

Los pacientes con osteocondrosis de la columna son controlados por un neurólogo. Existe un gran número de médicos de otras especialidades que ayudan a los pacientes con esta enfermedad: especialistas en ejercicios de fisioterapia y masajes, osteópatas, terapeutas manuales y reflejos, fisioterapeutas y otros.